¡Qué bien que ya sea Sábado!
¡Aunque estoy un poco liadilla os
tengo preparadas unas súper galletas de vainilla!
Hasta ahora solo he hecho
pasteles, bizcochos y cupcakes, y ayer pensé:
-
¿¿Y mis deliciosas galletas?? ¿¿¿Por qué aun no
las he hecho???
Como no podía ser que no os
hubiera enseñado a hacerlas, hoy os las presento. ¡Ya veréis que comeréis una y
no podréis parar, les encantan a todo el mundo!
Es bien sencillo, aunque requiere
un poco de tiempo. Para hacerlas necesitamos:
- 200g de Mantequilla
- 150g de Azúcar blanco
- 1 Huevo (L)
- 2 cucharadas (soperas) de esencia de vainilla
- 350g de Harina de repostería
- 1 Bol grande
- Varillas eléctricas / tenedor
- Medidor
- Tamiz o colador fino
- Film de plástico
- Papel de horno
Recordad que todos los
ingredientes han de estar a temperatura ambiente para que la masa salga
perfecta.
El otro día fue mi cumpleaños
y entre los regalos había una varilla
eléctrica! Estoy muy contenta ya que me apetecía mucho tener una y hoy la he
estrenado. Va genial, aunque he de confesar que me he asustado un poco al
ponerla en marcha. ¡No sabía que tenía tanta potencia e iba a tanta velocidad!
Sea como fuere, lo primero que
necesitamos es un bol grande para poner la mantequilla troceada. Si no tenéis varillas eléctricas se puede aplastar un poco la mantequilla con la ayuda del tenedor.
Seguidamente le añadimos el azúcar y lo mezclamos todo muy bien.
Vertemos el huevo y las dos
cucharadas de esencia de vainilla y seguimos mezclando.
Poco a poco vamos echando la
harina tamizada a medida que vamos mezclando los ingredientes, hasta formar una
masa homogénea.
Con la ayuda de las manos
amasamos la masa.
Dividimos la masa en dos bolas,
más o menos iguales, y las envolvemos en film de plástico. Seguidamente las
dejamos reposar en la nevera durante mínimo 1 hora.
Pasado este tiempo, precalentamos
el horno a 180ºC a modo ventilador. Sacamos la masa de la nevera y la amasamos
un poco. Seguidamente la colocamos sobre un trozo de papel de horno y ponemos
otro trozo encima de la masa. Con la ayuda de un rodillo la extendemos hasta que tenga un
grosor de unos 5 milímetros.
Con unos moldes de metal podemos
hacer formas, si no tenéis, podéis hacer bolitas y aplastarlas. A continuación
metemos las galletas en el horno durante 10 minutos.
Hacemos este proceso hasta acabar
toda la masa.
Algunas de las galletas las podéis
pinchar con un palillo de madera lago, como si fueran piruletas, antes de
meterlas en el horno.
Mientras las dejamos enfriar podemos
preparar el glaseado decorativo. Necesitamos:
- 1 clara de huevo
- 200g de azúcar glaç
- Colorantes
- Manga pastelera
Mezclamos el azúcar glaç con la
clara de huevo hasta formar una pasta de azúcar. La dividimos en diferentes
recipientes para poder colorearla.
Colocamos cada pasta de color en
una manga pastelera a la que le haremos un pequeño orificio.
¡Y listo, ya podemos decorar como
más os guste!
También, mientras el glaseado esté
fresco podéis poner adornos comestibles.
Así que ya sabéis; ¡sed creativos!
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