sábado, 6 de julio de 2013

Tarta de oreo!

¡Bienvenidos una vez más a La Repostería de Julia!

Ante todo quiero dar las gracias a  Mançanes (i no pomes) por concederme un premio en su fantástico blog de cocina. Pasaros, os encantará!

Hoy os tengo preparada una deliciosa tarta fría con base de oreo, relleno de chocolate blanco y crema de queso y, como guinda, una superficie de gelatina de limón.

Como podéis ver es una tarta de cumple años que he hecho para mi hermano.

Lo más difícil de esta tarta es resistir la tentación de comerse los ingredientes mientras la haces.

Necesitamos:


  • 8 bolsitas de oreo (depende del tamaño del molde)
  • 50g de mantequilla
  • 250g crema de queso (tipo Philadelphia)
  • 250g de chocolate blanco (aunque podéis poner más)
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1 vaso de leche
  • 1 sobre de cuajada
  • 1 sobre de gelatina en polvo o 3 hojas de gelatina
  • 1 limón
  • 1 cucharada y media más de azúcar
  • medio vaso de agua

  • molde redondo desmontable
  • bol grande
  • mano de mortero
  • cacerola
  • cuchara de madera

Una vez tengamos todos los ingredientes y utensilios preparados, podemos empezar:

Vamos cogiendo y rompiendo cada una de las galletas y, con la ayuda de una mano de mortero, las machacamos. Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y la mezclamos con la pasta de galletas oreo.


Introducimos la mezcla en el molde y, mientras la apretamos y comprimimos con la ayuda de un film de plástico, vamos formando la base de nuestra tarta.


Una vez tengamos la base bien compactada lo dejamos reposar en la nevera mientras hacemos el relleno.

En una cazoleta vertimos el queso en crema, el chocolate blanco troceado, la cucharada de azúcar, el vaso de leche y el sobre de cuajada. Lo calentamos a fuego lento y  removemos todo con la ayuda de una cuchara de madera hasta conseguir una mezcla suave y homogénea.





Vertimos la mezcla con cuidado sobre la base de oreo hasta cubrir toda la superficie del molde. Dejamos enfriarla durante un tiempo (15 minutos aproximadamente) y después podremos empezar con la gelatina.


En otra cazoleta incorporamos el sobre de gelatina en polvo, el zumo de un limón, la cucharada y media de azúcar y el medio baso de agua. Como hemos hecho anteriormente, lo calentamos a fuego lento hasta hervir mientras removemos.

No tenia ningún limón, así que utilicé unas cápsulas
de extracto de limón.





















Una vez tengamos la gelatina hecha, la vertimos sobre la mezcla anterior con mucho cuidado. Introducimos el molde con la tarta ya casi acabada en la nevera.

Pasadas unas dos horas, cuando la gelatina ya tenga la consistencia deseada, podemos decorar la superficie con chocolate negro mediante una manga pastelera.

Como siempre, en un bol ponemos unos trocitos de chocolate para fundir con un chorrito de leche y, en el microondas o al baño María, lo fundimos. Lo introducimos en una manga pastelera y decoramos.


Y listo! Lo reservamos en la nevera hasta que sea hora de comérselo!





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